¿Podemos encontrar la pareja perfecta por internet?
Para saber si una primera cita dará frutos, sólo bastan tres preguntas, dice Christian Rudder, uno de los fundadores del sitio de citas estadounidense OkCupid:
- "¿Te gustan las películas de terror?"
- "¿Alguna vez has viajado solo/a por otro país?"
- "¿No sería divertido dejar todo e irse a vivir a un velero?"
¿Por qué? Porque las respuestas suelen coincidir en la primera cita de dos personas que terminan formando pareja, dice el experto en citas en internet.
Rudder descubrió esto al analizar grandes cantidades de datos de miembros de OkCupid que terminaron encontrando pareja.
Agencias de citas como OKCupid, Match.com -que adquirió OKCupid en 2011 por US$50 millones-, eHarmony y muchas otras, acumulan estos datos al hacerles preguntas personales a los usuarios cuando se registran.
Algunas agencias hacen un máximo de 400 preguntas, y las respuestas se almacenan en grandes archivos de datos. Match.com calcula que tiene más de 70 terabytes (70.000 gigabytes) de datos sobre sus clientes.
La aplicación de técnicas de análisis de grandes datos -los llamados “big data”- a estos tesoros de la información les permite a las agencias ofrecer mejores resultados para sus clientes. Y más clientes satisfechos significan mayores ganancias.
Los ingresos de los principales sitios de citas en internet de EE.UU. alcanzan los US$2.000 millones al año, según la compañía de investigación IBISWorld. Poco menos de 1 cada 10 de todos los adultos estadounidenses los han probado.
El mercado de citas que usan aplicaciones móviles es particularmente fuerte y se prevé que crecerá de cerca de US$1.000 millones a US$2.300 millones en 2016, según la consultora Juniper Research.
Mentiras
Sin embargo, hay un problema: la gente miente.
Para presentar lo que creen que es la mejor imagen de sí mismos, los clientes dan información que no siempre es exacta: los hombres suelen esconder la verdad acerca de la edad, la altura y los ingresos, mientras que las mujeres mienten con la edad, el peso y el físico.
Rudder añade que muchos usuarios también dan información inexacta sobre sí mismos sin querer.
"Mi intuición es que la mayoría de lo que escriben los usuarios es cierto, pero que la gente se malinterpreta a sí misma", dice.
Por ejemplo, un usuario puede creer honestamente que escucha sobre todo música clásica, pero el análisis de su historial de iTunes o sus listas de reproducción de Spotify podría darnos una imagen mucho más precisa de sus hábitos de escucha.
Los datos inexactos son un problema, ya que pueden conducir a citas equivocadas, por lo que algunas agencias de citas están explorando maneras de complementar los datos proporcionados por el usuario con otras fuentes.
Con el permiso de los usuarios, los servicios de citas podrían acceder a grandes cantidades de datos procedentes de fuentes como su navegador e historiales de búsqueda, las películas que suele ver en servicios como Netflix y Lovefilm e historiales de compra en tiendas en línea como Amazon.
Pero el problema con este enfoque es que hay un límite en la cantidad de datos que son realmente útiles, cree Rudder.
"Hemos visto que las respuestas a algunas preguntas proporcionan información útil, pero si simplemente recogemos más datos no quiere decir que obtendremos mejores resultados", explica.
Ingeniería social
Esto no ha impedido que Hinge (bisagra en inglés), una compañía de citas con sede en Washington, recopile información sobre sus clientes directamente desde sus páginas de Facebook.
Es probable que esa información sea verdadera debido a que otros usuarios de Facebook la ven, cree Justin McLeod, fundador de la empresa.
"No se puede mentir acerca de dónde uno estudió, ya que es probable que alguno de nuestros amigos nos diga: tú nunca fuiste a esa escuela", señala.
También intuye cierta información sobre los clientes examinando a sus amigos, dice McLeod.
"Definitivamente hay información útil implícita en el hecho de que alguien sea amigo de alguien".
Hinge te sugiere citas con amigos de tus amigos de Facebook.
"Si muestras preferencia por la gente que trabaja en finanzas, o te suelen gustar los amigos de Bob, pero no los de Ann, usamos eso para buscar posibles coincidencias", explica.
Las opciones de citas posibles pueden ser muchas, ya que los usuarios de Hinge tienen un promedio de 700 amigos en Facebook, añade McLeod.
Filtrado colaborativo
Pero resulta que los algoritmos pueden generar buenas coincidencias sin pedirles a los usuarios ningún dato sobre sí mismos.
Por ejemplo, Kang Zhao, profesor de la Universidad de Iowa (EE.UU.) y experto en análisis de negocios y redes sociales, creó un sistema para encontrar pareja que funciona sobre la base de una técnica conocida como filtrado colaborativo.
El sistema analiza el comportamiento de los usuarios mientras navegan en un sitio de citas buscando posibles candidatos y las respuestas que reciben de las personas que contactan.
"Si eres varón buscamos clientes a los que les gustan las mismas chicas que a ti, lo que indica que tienen gustos parecidos, y a los que reciben la misma respuesta de estas chicas, lo que indica que tienes un atractivo similar", explica.
El algoritmo de Zhao entonces sugiere posibles candidatos de la misma manera que los mismos sitios web como Amazon o Netflix recomiendan productos o películas: en base al comportamiento de otros clientes que hayan comprado los mismos productos, o que miran las mismas películas.
Las citas por internet pueden ser un gran negocio, pero aún nadie ha creado el sistema de coincidencia perfecta. Bien puede ser que el secreto del verdadero amor no sea simplemente una cuestión de big data o cualquier otro tipo de análisis.
"Dos personas pueden tener exactamente el mismo historial en iTunes", concluye Christian Rudder, de OKCupid, "pero si a uno no le gusta la ropa del otro o su aspecto general, simplemente esa relación no tendrá ningún futuro”.