¿Adiós al diseño esqueumórfico? (y ¿qué es eso?)
¿Por qué la mayoría de los teléfonos inteligentes hacen el sonido de un obturador de una cámara cuando cierra al tomarse una foto? ¿Por qué cuando uno lee un libro en una tableta parece que "pasara las páginas"?
La respuesta es que su diseño es esqueumórfico, un término que conjuga las palabras griegas skeuos -herramienta- y morph -forma-.
Significa que las herramientas en un nuevo medio se diseñan de manera que incorporen algunas de las características de las versiones anteriores. Éstas ya no son necesarias, sin embargo -como al desplegar un papel virtual en una pantalla digital- forjan un vínculo intuitivo con el pasado, y (ojalá) son atractivas.
A pesar de que suena inextricable, el esqueumorfismo está en todas partes -desde los detalles "retro" en la ropa hasta las teteras eléctricas que retienen la misma forma que las que se usaban en el fogón-.
Además, es un tema que está causando angustia en el mundo tecnológico, debido a la decisión del director ejecutivo de Apple, Tim Cook, de cambiar radicalmente los principios de diseño del sistema operativo móvil iOS de la compañía, un referente en términos de apariencias digitales.
En pro y en contra
La más reciente rencarnación de iOS -la versión 7- probablemente será presentada en junio y lanzada en septiembre de este año. Y su supuesta aparición ha desatado un frenesí de especulación debido a la decisión de Cook en octubre del año pasado de poner al supremo del hardware Jonathan Ive -el diseñador responsable por los icónicos diseños minimalistas de iMac, iPod y iPad- a cargo no sólo del producto físico, pero también de la apariencia y textura de su software.
Ive remplaza a quien quizás es el más influyente exponente del software esqueumórfico del mundo, Scott Forstall, cuyo trabajo en Apple incluyó la creación del iOS que conocemos: desde una aplicación de una brújula que se ve como una real, hasta la aplicación para tomar notas que imita una libreta de páginas rayadas amarilla, una aplicación de calculadora diseñada como las antiguas calculadoras de bolsillo de los contadores y la apariencia de relojes analógicos en sus relojes.
Durante los últimos años, el esqueuformismo de Apple ha dividido las opiniones de diseñadores. Para el autor y asesor de diseño tecnológico Adam Greenfield, es inexplicable que la compañía haya arruinado sus exquisitos aparatos con "las señales visuales más horribles, sensibleras y de mal gusto", mientras que el desarrollador de software James Higgs lo ha descrito bruscamente como "horripilante, deshonesto e infantil".
Para los críticos más solidarios, como el diseñador de contenidos interactivos Sacha Greif, la decisión de lanzar el iPhone con una interfaz tan "realista" y con tanta textura fue acertada dado cuán innovador fue el aparato en 2007. "Nadie había visto tal riqueza visual en un sistema operativo antes, y menos en un teléfono... El realismo fue la manera de enlazar el futuro con el pasado y de hacer que la gente se sintiera cómoda con el nuevo aparato".
Esa comodidad ha sido clave para el éxito de la compañía. Fuera del círculo de los diseñadores, pocos usuarios ordinarios quizás se preocupen por las sutilezas de las influencias estilísticas en sus pantallas. No obstante, estos son componentes psicológicos cruciales en un medio ingrávido e inmaterial.
De falso a plano
Hoy en día, sin embargo, incluso los seguidores de Apple concuerdan con que llegó la hora para algún tipo de renovación y en que el cariño que le tiene Ive al minimalismo modernista coincide con tendencias que están dando vueltas. En los últimos años ha emergido un estilo visual que está esmeradamente encarnado en la reciente aproximación tecnicolor de Microsoft en su nuevo Windows.
En ella, paneles cuadrados o rectangulares brillantes se combinan con una estética bidimensional nítida, con énfasis en bloques de colores claros y limpios. Es una apariencia deliberadamente "plana", que acoge la alta resolución de las pantallas modernas en vez de ilusiones más suaves de peso y profundidad, y cuando fue lanzada, algunos la declararon "increíblemente innovadora".
El único problema es que aparentemente muchos usuarios no la disfrutan y la respuesta negativa dio lugar a bochornosos informes de que Microsoft está planeando restaurar algunos aspectos de sus sistemas operativos antiguos.
Apple, por su lado, estará en búsqueda de una evolución distintiva de la filosofía de diseño de Ive: una filosofía que explícitamente le debe mucho al gran diseñador aleman Dieter Rams y sus máximas, las más famosas de las cuales enuncian que "el mejor diseño es tan poco diseño como sea posible" y "menos, pero mejor".
Un poco de cambio probablemente será bienvenido pero, como demuestra la experiencia de Microsoft, cualquier reinvención de un estándar de uso extendido genera una gama de riesgos particulares, especialmente en los espacios abiertos y potencialmente desanclados de un medio electrónico.
Metáforas e ilusión
El diseño digital es hasta cierto punto un juego de metáforas e ilusión.
No obstante, cada vez más, algunos de los objetos que sirven de referencia se están desapareciendo de la memoria de los usuarios. La generación más joven de usuarios de iPad, ¿habrá alguna vez manejado relojes analógicos, calendarios de papel o libretas con páginas amarillas? En el futuro cercano, ¿cuántos de ellos habrán pasado las páginas de un libro real?
Estas metáforas vacías atormentan al diseño digital, junto con el temor al riesgo de que la imitación y repetición encadenen al presente a un pasado cada vez más irrelevante.
La simplicidad exitosa, como Ive y Rams han demostrado, es cuestión de capturar la esencia de una experiencia a través de la eliminación minuciosa de todo lo redundante. ¿Cuán esenciales son los ecos visuales y las referencias del esqueumorfismo?
El diseño nunca puede deshacerse completamente de la imitación, así sea sólo porque si no se habla en un lenguaje visual común, nadie entiende.
Los más grandes triunfos de Ive en Apple son un tributo explícito al trabajo de Rams en Braun en los años '60, y sería raro que alguien con una sensibilidad tan profunda de su historia abandone el diálogo con el mundo real en la pantalla.
Ese dialogo probablemente será tanto con Apple como con sus antecedentes, y se inspirará profundamente en su propia estética de diseño industrial.
Al final, el esqueumorfismo no es sólo el sonido del obturador de una cámara así como el diseño minimalista no es colores o rectángulos. Cada uno busca ofrecer una experiencia que es su propia justificación y si no convence, no hay excusa que valga.
Como el mismo Ive lo dijo en una entrevista en 2012 con el diario británico The Daily Telegraph, "nosotros realmente no hablamos de diseño, hablamos sobre desarrollar ideas y hacer productos".
Una vez se entiende suficientemente bien lo que uno quiere lograr, el resto son detalles.
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